La gestión de antimicrobianos incluye no solo limitar el uso inapropiado, sino también optimizar la selección, la dosificación, la ruta y la duración de la terapia con antimicrobianos para maximizar las chances de cura clínica o la prevención de infecciones, al tiempo que se limitan las consecuencias no deseadas, como la aparición de resistencia, los eventos adversos de los medicamentos y el aumento de los costos asociados.
Hoy en día el método integrado para fortalecer los sistemas de salud se apoya en tres pilares fundamentales:
- Los PROA
- La prevención y control de infecciones (PCI)
- La seguridad de los medicamentos y de los pacientes
Los objetivos de los PROA son:
- Mejorar la calidad de la asistencia y los resultados de salud de los pacientes
- Disminuir la aparición de presión selectiva de bacterias resistentes y su propagación, como también otros eventos adversos a la medicación
- Evitar gastos innecesarios en la atención sanitaria y limitar los efectos económicos perjudiciales de la resistencia a los antimicrobianos
- Prolongar la vida útil de los antimicrobianos existentes
- Fomentar la modificación del comportamiento relacionado con los hábitos de prescripción y dispensación de antimicrobianos
- Fortalecer la capacidad de los profesionales sanitarios en materia de prácticas de prescripción adecuada
Los beneficios significativos y de impacto demostrados de los PROA son los siguientes5:
- Reducción en un 20 a 50% en el uso de antimicrobianos
- Reducción significativa en los costos, variable de acuerdo con el país y programa
- Minimización de los efectos adversos a las drogas
- Reducción de infecciones por Clostridioides difficile
- Reducción de las infecciones asociadas al cuidado de la salud, debido al acortamiento de la internación
- Minimización de las interacciones medicamentosas
- Disminución de la resistencia antimicrobiana